A veces imagino las edades de las personas que verán estas fotografías y la reacción que tendrán ante ellas. Los que leíamos el Capitán Trueno, Rosas Blancas o el TBO aún recordamos que tras solicitar a Telefónica una línea de teléfono había que esperar varios meses para que te instalaran el aparato en casa. Mientras tanto, si necesitabas comunicarte con la familia o con cualquier otra persona, salías a la calle y comprobabas si tenías en tus bolsillos fichas, monedas o tarjetas telefónicas. Te dirigías a la cabina más cercana, esperando no tener que guardar mucha cola y poder por fin hablar con tu interlocutor. Actualmente todo esto sería impensable, ¡varios meses sin teléfono!
Los que jugáis o con la Nintendo Switch o la PlayStation 2 muy probablemente no habréis necesitado una moneda para hablar por teléfono. Hoy el 88% de la población española nunca ha utilizado una cabina, cuando no hace mucho existían 66.889 de ellas en nuestro país. Muy lentamente entraron en desuso y abandono, sirviendo de tablones de anuncios, de barras de bares, de soportes reivindicativos, de museos de grafiteros… Así, el vandalismo se cebó con ellas. Un día se llevaban los cristales, otros el cobre o el aluminio, al día siguiente los auriculares, más tarde abrían el terminal telefónico buscando en sus entrañas alguna moneda o ficha perdida y en algún otro caso arrancaban el aparato entero. La administración detectó que la destrucción iba a más y ordenó su desmantelamiento.
Sin lugar a dudas el móvil fue el que le dio el golpe de gracia a estos viejos teléfonos. Paradójicamente llamamos a este nuevo aparato ‘móvil’ en un mundo en el que todo se mueve: las personas, los vehículos, las hojas, la sangre, el mar, el Sistema Solar, las galaxias, el Universo… Y de repente un pequeño e increíble dispositivo de 150 gramos se apodera de ese término y nos invade: en España contamos con más de sesenta millones de teléfonos móviles.
Esta exposición quiere homenajear a esos aparatos callejeros que ya no forman parte del paisaje cotidiano y que tan importantes fueron en nuestras vidas. Todas las imágenes están realizadas con un TELÉFONO móvil fotografiando a un TELÉFONO fijo. Las copias en blanco y negro hacen honor a la Famosa Cabina Tipo A, de gratos e íntimos recuerdos para muchos. Las fotos en color reproducen distintos aparatos telefónicos o modelos más modernos.
La mayoría de las fotografías han sido tomadas por la noche o al anochecer cuando la luz se extinguía, al igual que se extinguieron estos viejos acompañantes callejeros.
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